CULTURA  ANDINA 

18.07.2021

Lo andino en sentido geográfico se refiere al espacio montañoso de América del Sur que es conocido como la parte serrana del continente. En la actualidad los Andes se extienden desde Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia hasta las partes norteñas de Argentina y Chile.

COSMOVISIÓN Y COSMOLOGÍA

Manuel Espinosa Apolo, entiende por cosmovisión como un conjunto de nociones, estimaciones y representaciones resultado del reflejo y comprensión del mundo y la vida. Este esfuerzo vital obedece a la necesidad de los individuos y de una colectividad sociocultural en particular por descubrir, explicar y explicarse una realidad común visible o subyacente a la cual se enfrenta.

Carlos Milla, explica que existe un vacío que se da en la diferencia conceptual entre cosmo - visión (observación) de nuestra cultura andina y la cosmo - logía (dogma) de la civilización occidental. Se deduce que la cosmología occidental es explicada desde un lenguaje y contenido conceptual, o si se quiere desde un metalenguaje. Expresa una abstracción teórica intelectual y sistematizada de la realidad.

Cosmovisión entendida como una visión cósmica integrada y es integral (principio holístico) porque es perceptible más allá de los sentidos, rebasa la limitación corpórea del hombre en compañía del cosmos vital. La visión del mundo es un universo mundo cósmico y cuyos niveles están explicitados en lenguas andinas relevantes como el Quechua y el Aymara simbolizados por la realidad solar tutelar del ámbito planetario. Visión del espacio imponderable, de aquel cosmos en su temporalidad vital. Proceso dialéctico que se manifiesta en: nacimiento, proceso de desarrollo vital, muerte y regeneración. Recreación cataclísmica cíclica dentro del infinito tiempo.

La realidad está presente en forma simbólica y no tanto en forma conceptual. Para el hombre andino no es fundamental la adquisición de un conocimiento teórico y abstracto del mundo que lo rodea, sino de la inserción mítica, la representación cúltica y ceremonial simbólica de la misma, en otras palabras, al momento de la actualización o la presentación de resultados los mitos se proyectan en rituales, prácticas de transformación del entorno que encuentran su lógica en la explicación narrativa mitológica.

Lo simbólico

Edgar Morín manifiesta que el símbolo es la representación de la realidad en forma densa y eficaz y no como una mera representación. El espíritu humano vive del lenguaje. Las palabras a su vez son indicadores que designan las cosas y evocadoras por lo que suscitan la representación de la cosa nombrada. El nombre tiene una potencialidad simbólica inmediata, al nombrar la cosa hace surgir un fantasma y si el poder fuerte, resucita, aun estando ausente su presencia se concreta. El símbolo si se quiere no se limita a un sentido único y propio de definir las cosas, ya que pertenece a estructuras sociales concretas. Ejemplo de ello: la cruz andina, la cruz cristiana, la paloma de la paz, la esvástica, el símbolo masculino / femenino, las banderas, entre otros.

Para las culturas andinas la presencia simbólica mítica mágica son formas concretas de vivir y que utilizan como mundo unívoco, y fue tan importante e imprescindible hacia el mundo interior espiritual, así como, sin quitar esa dualidad racional empírica técnica hacia el exterior, manifestada en las grandes organizaciones políticas estatales, en unos casos y otras, como grandes señoríos étnicos, así como en las grandes manifestaciones artísticas, arquitectónicas, astronómicas, matemáticas, medicinales, entre otras.

Desde la lógica occidental se da más énfasis hacia el exterior, con una carga racional, empírica, técnica, y no significa que sus mitos hayan desaparecido, por el contrario, son más ocultos, y ejemplo de ellos tenemos en lo contemporáneo: las sectas religiosas, la defensa de la patria y las fronteras, la lucha del bien contra el mal, los héroes de la pantalla televisiva que se convierten en realidades cuasi mágicas de lo real. En otro orden encontramos la creencia de los signos atmosféricos, telúricos, astrológicos, cábalas, el eterno rejuvenecimiento, la suerte, como mitos que se reactualizan constantemente.


LOS MITOS ANDINOS

Existen diferentes tipologías de mitos, y entre ellos tenemos: cosmogónicos, escatológicos, operativo / interactivo, modelo, explicativos, entre otros.

Cosmogónicos.- responden a la necesidad de explicar el origen del mundo y del esfuerzo del hombre por explicar una representación sistemática del cosmos. En todas las culturas, y según sean sus propios modelos, hablan de la creación a partir de la nada y en la mayoría de estos mitos las deidades son todas todopoderosas, la divinidad aparece en primer plano y copa el centro hacia una vida religiosa.

Habitualmente estos mitos se relacionan al nacimiento fundacional (a nivel cosmológico y terrenal); nos enseña cómo se renueva la vida, la modificación del tiempo y la transformación de los humanos en nuevos seres (renacimiento). Así como el análisis de las relaciones que vinculan a sus elementos constitutivos entre la naturaleza y el hombre.

Escatológicos.- describen el fin o la entrada de la muerte en el mundo. El mundo al ser creado por un ser divino moral es quien finalmente lo destruye, y llegado ese momento los seres humanos son juzgados y preparados para una existencia paradisiaca o una tormentosa eternidad.

En el mundo andino, el mito responde a un régimen de temporalidad cíclica, no solo en lo histórico sino también en el plano del discurso, (ser y hacer) ya que está regida por ciclos rituales, (solsticios y equinoccios) respondiendo al llamado eterno retorno, tanto a la renovación periódica del mundo, como a la de los hombres.

Evidentemente el año y el ciclo calendárico se comprende en forma diversa dependiendo de la cultura en el tiempo y en el espacio, pero siempre se trata del comienzo de un ciclo, así como de su fin; apuntando siempre a la renovación del mundo y de los hombres.

Operativo / interactivo

Para el hombre andino su psiquis se relaciona con los medios naturales (sol, luna, mar, montañas) convertidos en símbolos sagrados por el hecho de "ser dadores de vida". Justamente el mito explica esa racionalidad cósmica a través del tiempo.

Si el mito coincide con los tiempos de origen de las primeras "iniciaciones o fundaciones" nos remite a un tiempo sagrado y no profano., y esto a su vez a espacios simbólicos igualmente con carácter sagrado. De allí que cuando los mitos son recreados por el hombre andino no se dan en tiempos ordinarios por el contrario se recrean en tiempos litúrgicos. Tiempos que al ser sagrados tienen un fuerte carácter religioso mediante los rituales y celebraciones y que por un lado permiten la comunicación y el respectivo agradecimiento a los dioses y diosas, y por otro corresponden a los tiempos de los solsticios y equinoccios y en lugares sagrados.

Mito modelo

El objetivo principal práctico es confirmar costumbres y creencias, así como reafirmar la institucionalidad histórica comunitaria. Si los mitos son recreados a través del tiempo y comprendidos por el hombre andino a plenitud estos se convierten en energía vital ya que poseen raíces sociales comunitarias explicitadas en principios de reciprocidad (minga) relacionalidad (solidaridad) producto de esa milenaria herencia andina.

Mitos explicativos

Están llenos de orígenes tanto de nombres, lugares, plantas, animales, montañas, y no suelen contar o proporcionar características desde el origen cósmico divino, sino más bien se hallan más cerca de la realidad, de formas concretas de vida. También llamados funcionales o especulativos resuelven problemas y contradicciones, es factor de mediación entre polos opuestos, develan asociaciones y relaciones.

Estos mitos suelen encerrar al mismo tiempo una cuota de poder que les ofrece el saber guardado e incluso cuando se trata de un saber sobre la vida cotidiana; estrategias de supervivencia, modos de mantener la salud, modos de asegurar la permanencia de la especie, modos de prever el futuro que dan cuenta de la importancia y la interrelación entre el mito y la vida eterna, pero también esos modelos ejemplares de personajes poseedores de saberes.



PRINCIPIOS ANDINOS

Los principios andinos son de racionalidad y relacionalidad comunitaria y sabiduría. Son normas de comportamiento grupal, familiar o intercultural de los pueblos, especialmente de Ecuador, Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia.

Fundamentos que sustentan la racionalidad y la praxis cultural y explican el carácter celebrativo y simbólico de indígenas, negros y mestizos en la región Andina. Para los andinos la realidad es simbólicamente presente mediante el ritual y la celebración.

Relacionalidad: 

Principio holístico (integral). Todas las partes constitutivas están relacionadas entre sí. Se trata de una relacionalidad original que implica también una gran variedad de formas extra lógicas: reciprocidad, complementariedad y correspondencia en los aspectos afectivos, ecológicos, éticos, estéticos y productivos. Principio que gobierna el ethos de los seres humanos en sus interacciones culturales, sociales y éticas. Se trata de relaciones entre múltiples y diversos que establecen los andinos entre sí y con los otros, los extraños; además de la relación individual o comunitaria con la naturaleza y el cosmos.

Ejemplo de ello tenemos a la madre tierra, quién cumpliendo una función simbólica se relaciona con los tres estratos del universo a través de la fecundidad el sol (masculino) mediante la lluvia (femenino) fecunda la tierra virgen y el hombre ayuda labrándola o abriéndola para relacionarle con las fuerzas cósmicas tutelares. Sintetizando las fuerzas de arriba y abajo, la Pachamama (tierra) es la fuente principal de vida y por tanto la continuación del proceso cósmico de regeneración y de transformación de la relacionalidad fundamental y el orden cósmico. En este sentido se entiende a la tierra siendo un principio femenino como un principio cósmico.

El hombre por su parte es un agri - cultor y no un productor, es decir protector de la tierra socio natural co - creador de la casa común de todos los entes. En tanto este principio se manifiesta en una ética ecológica por excelencia, más aún la tierra es tomada como un ser a la que hay que obedecerle, escucharle y respetarle sus ciclos orgánicos. Si el hombre no respeta dicha relación le traerá como consecuencia desastres, sequías, hambrunas, entre otras.

RECIPROCIDAD:

En el mundo andino la reciprocidad es totalizadora. Significa la capacidad de las retribuciones mutuas en el proceso de acción natural y humana. Principio que se expresa a nivel pragmático.

A cada acto corresponde como contribución complementaria un acto recíproco y no solo compete a las interrelaciones humanas, sino a cada tipo de interacción sea esta intra humana entre hombre y naturaleza o sea entre el hombre y lo divino. Este principio, además nos dice que, diferentes actos se condicionan mutuamente (inter - acción). De tal manera que el esfuerzo o la inversión en una acción por un actor será recompensada por un esfuerzo o una inversión de la misma magnitud por el benefactor. En el fondo se trata de una justicia de intercambio de bienes, sentimientos y hasta de valores religiosos. A través de la reciprocidad los actores humanos se establece una justicia como normatividad subyacente a las múltiples relaciones existentes.

"Manos que dan reciben", principio de justicia y de equilibrio en las diversas relaciones humanas interculturales, comunitarias y familiares del mundo andino; en lo económico el trueque; la minga como retribución de trabajo entre los participantes de una comunidad para la construcción de vivienda, la siembra, una obra comunitaria. En las fiestas los lazos de compadrazgo, los ritos religiosos y las relaciones matrimoniales.

CORRESPONDENCIA:

Cada individuo se correlaciona y responde mutuamente; bidireccionalmente con el resto de los seres humanos y con el cosmos de manera armoniosa en distintos campos: afectivo, simbólico, celebrativo y ritual. No existe una responsabilidad individual, cada uno asume una función compartida ya sean familiares, comunitarias, festivas, productivas, de subsistencia y de acuerdo con sus conocimientos y condiciones sociales y culturales.

La proporcionalidad es fundamental en la correspondencia porque todos los actores tienen las mismas oportunidades de beneficio. Cada integrante de una comunidad se favorece proporcionalmente de los frutos de las obras comunitarias o de los resultados de las acciones del grupo, de acuerdo a sus condiciones de edad, género, liderazgo cultural en las interacciones humanas.

COMPLEMENTARIEDAD:

Este principio interpreta como la especificación de los principios de correspondencia y relacionalidad. Enfatiza la inclusión de los opuestos en un ente completo e integral. Se trata de la integración armoniosa de los opuestos: noche y día, hombre y mujer, viejo y niño, bueno y malo, sol y luna, cielo y tierra, vida y muerte, arriba y abajo.

La complementariedad de los opuestos es la integración y convivencia de las diferencias y los diferentes. También se expresa esta polaridad en nuestras sensaciones.

RELIGIOSIDAD ANDINA

Para los andinos lo divino está presente en el mismo universo. Pacha como relacionalidad simbólica y semántica significativa del mismo. Dios está en todo el universo, pero no como persona sino como presencia simbólica del orden cósmico. Dios para los andinos no es sustancia o sujeto, es ante todo relación, es una energía, es un puente (chacana en Quichua). Dios es la suma de todas las relaciones que posibilitan la vida y el orden cósmico. Dios mantiene el orden cósmico, la fuerza ordenadora del universo, por tanto, es la garantía universal del mismo orden cósmico que restablece el equilibrio, la armonía, la providencia y la conservación. Si Dios es un puente su función es relacionar y complementar todos los estratos de la vida sea a nivel cósmico natural o la del mismo hombre.

Dios sostiene el universo, lo conserva, por eso todo lo que se encuentra en nuestro planeta es sagrado y manifestado en montañas, ríos, cerros, porque forman parte del orden cósmico y divino.

Para el hombre andino la idea del tiempo es circular y no lineal como hoy se entiende en Occidente, lo que existe eternamente es una ciclicidad complementaria del orden, esta manifestación se comprueba en un nacimiento, muerte y regeneración constante tanto de la vida natural como del animal y humana, por lo tanto, hay varias creaciones, nuevos ordenamientos del mundo producto de esa misma ciclicidad

El mundo andino es dual: femenino - masculino, bien - mal, varón - mujer, sol - luna, noche - día, derecha - izquierda, entre otros. La oposición dual es tan necesario porque los contradictorios cooperan entre sí y conforman la unidad social económica política y habitual básica de una organización social. Dos contrarios que se complementan cada uno de ellos posee lo que le hace falta al otro y la combinación restituye al otro que da la totalidad de la reciprocidad.

Bibliografía:

Cueva, Agustín. (1987). La teoría marxista: categorías de base y problemas actuales. Quito, Letraviva - Planeta del Ecuador.

Moncada, Raúl; Morales, Patricio. (S/r). Saberes, derechos y actores culturales: perspectivas en los Andes y México; Quito, Gobierno Provincial de Pichincha, S/r.

Usina, Fabián. (2008) Entre la neocolonialidad del poder y la milenaria cultura andina: bases conceptuales para entender nuestra interculturalidad. San Gabriel. La quinta paila: Movimiento Cultural Alterativo.


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