EL SAGRADO MAÍZ

El universo semántico del maíz está constituido por un conjunto de textos y lenguajes particulares y singulares, como actos sígnicos, muchos de éstos corresponden a los mitos cosmogónicos, creencias y prácticas religiosas, a través de los cuales se concibe el maíz como una planta sagrada.
Comencemos retrayendo de la biblia indígena de los Mayas, denominada "El Popol Vuh", un mito cosmogónico de la creación del hombre:
"El creador y el formador, que se llamaban Tepeu y Gucumaíz, dijeron lo siguiente: que aparezca el hombre y la humanidad sobre la superficie de la tierra. Acudieron todos en grupo y celebraron consejo en la oscuridad de la noche..." "... decidieron buscar la materia adecuada para formar la carne del hombre..." "... Del lugar de las delicias, del paraíso de Paxil y Cayála llegaron las mazorcas amarillas y las blancas"...
... "Y los animales que aportaron la comida para hacer la carne del hombre fueron el gato montés, el coyote, la cotorra y el cuervo. Estos cuatro animales fueron los que dieron a conocer las mazorcas del maíz amarillo y blanco. Los creadores decidieron que aquella era la comida más apropiada para el hombre y de aquel alimento hicieron su carne y así mismo su sangre"...
... "Y todos se sintieron satisfechos de encontrar una tierra llena de dulzura donde había muchas mazorcas amarillas y blancas, así como unos árboles de cacao e innumerables zapotes, ananás, pocotes , nansos y miel..."
... "Había alimentos de toda clase, pequeños y grandes, así como plantas. Les fueron entregadas a Ixmacune las mazorcas amarillas y blancas. Ella molió el maíz e hizo nueve bebidas que Tepeu y Gucumaíz convirtieron en alimentos líquidos y sólidos. Con aquellos alimentos se formó la fuerza y el grosor del hombre..." "De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz sus brazos y sus piernas. Sólo fueron creados de masa de maíz".
En nuestro caso, y dada la influencia de la cultura Inca, sin que ésta hubiera destruido lo Andino y más bien de esta fusión de culturas hizo que emergiera un proceso intercultural, por lo que vale tomar algunos aspectos claves. Para nuestros antepasados, "había un único Dios, el cual era invisible, no atribuyéndole forma alguna, si había una forma de reconocerlo era por medio de la vibración verbal: PACHACAMAC; de él deriva toda bondad: la luz y la vida; los mundos y los astros; el cielo y la Pacha Mama (tierra); pero también se hace presente en los hombres sabios, así como en la entidad solar el Inti, como fuerza, energía, luz solar, potenciadora de la vida" (Montes Ruiz, Fernando. La máscara de piedra, simbolismo y personalidad Aymara en la historia. Comisión Episcopal de educación. La Paz-Bolivia).
... "Y en el hombre y en la tierra reside la energía solar, sin ella no podríamos existir, en ella reside aquello que se llama semilla. Por ello el maíz es la representación y la cristalización de la vida. El maíz es el símbolo de lo sagrado, y su bebida la chicha, era el vino de la consagración y el festejo espiritual". Para algunas culturas el maíz rojo se considera como "madre del maíz". "... Este cereal, con su aparición, marca un antes y un después en la historia humana; es metáfora de la vida misma, en especial del nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte del ser humano que deben ser explicados a partir de la idea cíclica del eterno retorno. El maíz penetra en el ser (tierra) donde germina, crece, produce, madura y muere, volviendo luego al corazón del mundo subterráneo".(Murgueytio, José; Gierrero, Marcos. La verdadera historia del tiempo, de la explosión del neolítico a los mundos y los agujeros negros. Abya - Yala. Quito, Ecuador, 2002).
La sabiduría andina enseña a los hombres en preparación, a retener, potenciar y elevar esta energía solar, introducirla en el cuerpo como semilla sagrada en forma de una serpiente de fuego. Ser sabio no es una herencia genética dada y sobrenatural como se entiende hoy en occidente y como nos dijeron mediante la educación oficial, es tener un nivel de conciencia elevada, es lograr poseer la fecundidad del sol. De allí que era natural festejar la siembra del Inti en los cuerpos y en la tierra por la abundancia y la prosperidad; festejar el misterio de los secretos de la naturaleza, por ello el festejo más grande y espiritual fue la Fiesta del Inti Raymi.
El cultivo del maíz rige el ciclo anual, al cual se estructura la observación del movimiento de los astros, las matemáticas, el manejo del agua, el calendario solar, una teoría que no sé separa de la práctica, entre otras.
De ahí que existen innumerables lenguajes y textos que se producen alrededor del maíz. Por ejemplo, para el 21 de marzo, fecha cosmográfica, se festeja la etapa de las cosechas, es decir de las primeras flores y frutos tiernos, siendo el maíz tierno llamado choclo, el principal producto para hacer los panes de maíz, y la principal flor recogida para esta fiesta es la del maíz llamada Tuctu. Esta flor se la toma cuando empieza a derramar el polen, germen fecundante que era el símbolo de la abundancia. Antes se celebraban grandes fiestas en su honor, no en vano en otras regiones se celebran las fiestas de los Corazas con trajes multicolores.
Y por todo esto, en las fiestas de la cosecha, la comida principal es una mezcla de granos tiernos, a la que se designó mezcla, y que los españoles posteriormente le dieron el nombre de fanesca, ese era el banquete ritual de estas fiestas. Cabe aclarar que, en el Perú, en el Cuzco, capital de los Incas, y en el mes de junio, período de cosecha de los granos secos se celebra la Fiesta del Inti Raymi.
