El españolizado...

POR FABIÁN USINA USINA


Sin temor a equivocarnos, la invasión española ubicó "vivazmente" desde un principio la posición del vencedor y la del vencido, toda vez que fueron exterminadas comunidades enteras y  posteriormente llamados "indios" por parte del poder colonial.

Sin embargo, aún después de la llamada institucionalidad republicana e incluso hasta nuestros días, las "nuevas clases libertadoras emergentes" asumen otras formas neo-coloniales, haciéndonos entender que las desigualdades entre "gentes" son naturales y que las diferencias son necesarias. Aludimos al racismo del cual trataremos en el presente artículo.

Racismo: ¿una construcción social?

Muchos autores coinciden en que el racismo se refiere a un tipo de discriminación social, basado en prejuicios, que mistifica ciertas variaciones biológicas entre los seres humanos para afirmar la existencia de razas, la que existe solo en la mente de los prejuiciados. Pero esta afirmación no queda allí si pensamos que en la actualidad, y en base a prejuicios, estigmas, estereotipos, propios de una fuerte herencia colonial enajenante pasaríamos a redescubrir otros problemas derivados y en parte provenientes de la misma matriz, como por ejemplo la discriminación contra el sexo femenino, la homofobia, las clases populares, entre otras.

Aclaremos que desde la antigüedad se ha venido insistiendo en una superioridad o inferioridad racial. Ahora bien, el concepto de raza, según Bernardo Berdichewsky, surge históricamente como un producto de la revolución industrial a mediados del siglo XVIII en Europa. Si bien es cierto, éste biólogo, propugnó el desarrollo de la ciencias naturales, se vio en la necesidad de clasificar las especies naturales y animales, estableciendo categorías como clase de animales, plantas, especies, y estas fueron a su vez divididas en sub-especies y razas.

Tiempo después, Blumenbach, biólogo alemán, "un iluminado por Dios," a su antojo, desarrolló una de las primeras clasificaciones humanas raciales y se lo considera como el padre de la antropología biológica y de sus especialidades en raciología. Más tarde el gran Innmauel Kant, inauguró el clásico concepto hereditario de "diferencias raciales innatas." Todos concibieron desde ese momento que el concepto de raza es una categoría puramente arbitraria y conveniente (inventada), pero particularmente destinadas a las culturas diferentes, minorías étnicas y sociales desventajadas, e incluso contra naciones subdesarrolladas.

¿Y en América?

No otra cosa significaron las teorías e ideas de la mayoría de los conquistadores europeos sobre América con respecto a la inferioridad racial de los llamados indios, como una forma de prejuicio que no sirvió más que para justificar la esclavitud y el pillaje. Se utilizó la idea de raza para ubicar " al otro y a los otros, como entidad diferenciadora del colonizado y dominador para luego pasar a la formas de explotación y control de trabajo".

Toda esta herencia y carga colonial, sin duda, se dio en base a la conquista e invasión española en 1492. Tres criterios marcaron la clasificación social colonial: el de raza, el de clase y el de género. Todo en base a contrarrestar un marco diferenciador con la población indígena y así justificar su primacía social y política.

El discurso español usó las oposiciones binarias de civilización versus barbarie, modernización versus atraso, gente versus animales, para negar valor y humanidad de los indios. El mecanismo anterior lo volvieron universal, anulando, desplazando o segregando otras particularidades y lo que les permitió imponer sus hábitos, normas, ideas de vida; la religión, lo epistémico (ciencias), la lingüística (idiomas); y todo lo demás existente queda fuera; así comienza lo rechazable y lo aceptable. Los indios no tienen religión sino supersticiones, los indios no hablan lenguas sino dialectos, no tiene alma sino algo parecido. Entonces llegamos a entender también el "eurocentrismo" tanto como proceso histórico y como forma de operar intelectualmente y de construir nuestra realidad social, incluso hasta nuestros días.

Esa pujante raza mestiza

En referencia al término "mestizaje" en América, éste fue utilizado para referirse al suceso biológico de cruce de razas. La clasificación segregacionista colonial se fundamentó en índices raciales según las cuales nos clasificamos en blancos, mestizos, mulatos, indios, cholos, entre otros, esquemas difundidos por la ideología dominante y que producen modos de ser, comportamientos segregacionistas, confrontaciones; por tanto de una continuidad se pasa a una estrategia de dominio.

Según Manuel Espinoza Apolo, las clasificaciones raciales coloniales eran las siguientes: "cholo: como un proceso de blanqueamiento con un pie en el mundo indígena y otro en el mundo hispánico. Longo: en un grado incipiente de mestización, una transición de indígena a cholo. En tanto de español e india resulta mestizo real y de mestizo real e india resulta ser cholo, de cholo e indio mestizo común. Con el tiempo y las mezclas casi todos resultan ser mestizos, aparte de los indios puros, los negros, mulatos y zambos. Si bien cholo se utilizó antiguamente más hoy se refiere a longo, de estigmatización a los sectores populares que tiene rasgos campesinos."

Carlos Arcos sostiene que ya para la época republicana, la formación de la nación ecuatoriana fue construida sobre la base de la destrucción de lo indio, para validar su propia cultura, lo que los indios eran no podían ser base de lo nacional por no ser civilizados, modernos; es la antítesis, que resultó el parámetro básico de la sociedad colonial nacional. El racismo por tanto cobra importancia. Y esa visión se arraigó en la sociedad urbana en general.

Entonces el origen del Estado ecuatoriano, a decir de algunos, tiene como referente el origen de la población mestiza. Y en virtud de este hecho se repite las gestas generativas y se glorifican los descubrimientos, las fundaciones; se exaltan a Benalcázar, Orellana, (asesinos) y todos los patriotas machos, blancos, ricos y nobles. "Y vertieron su sangre por ti..." que justificaría y anularía el proceso de colonización.

Por eso es que el mestizo no representa una cultura nueva, no es una matriz constitutiva, no refleja la realidad etnocultural, en tanto significa una construcción ideológica. Y... ¿Pero qué es un indio? El indio surge no como la afirmación de sí mismo, sino como negatividad de lo europeo.

De ahí que los nuevos mestizos se esforzaron por ser modernos. Pero así los hablantes, aún se expresen en castellano, siempre serán menos valorados si es propiamente urbano, blanco, varón, titulado, que es otra forma de mantener un pensamiento subjetivo de herencia colonial. En los albores republicanos la escritura estaba ligada al griego y al latín, a dar determinadas formas de conocimiento por parte de "gentes de bien" que dicen tener buen apellido y finas costumbres, por tanto se considerarían guías morales y naturales de todos los cavernícolas hasta la perennidad.

Una leyenda que vale recordar:

Todos alguna vez, según la educación memorizada en los centros educativos, nos relataron la historia del Reino Quito: la de los "Shyris", pero resulta que para la mayoría de historiadores "serios" esto es una leyenda; y el hecho se fundamenta en decir que tenemos antepasados ancestrales exclusivos y privativos para explicar un divorcio etnocultural entre ecuatorianos y peruanos. Somos presentados como culturas bien diferentes, como descendientes de grupos nativos desemparentados étnicamente, como descendientes de la familia Chibcha para diferenciarnos de los pueblos andinos del antiguo Perú. 

¿Será que todos somos herederos de algo ilusorio e ahistórico, creado por una manipulación evidente y todos obsesionados en propender a la formación de una memoria anti Inca? En las versiones oficiales se presenta como una tribu invasora a nivel político, militar y no como un encuentro etnocultural. Según el mismo Espinoza Apolo, le presentan al Reino de Quito como el nacimiento del Estado ecuatoriano y la anexión al Tahuantinsuyo su muerte temporal, para luego dar lugar a la formación de la audiencia de Quito y por ende el nacimiento del Estado ecuatoriano su resurrección. A decir de muchos resulta una " trilogía cristiana".

En cambio, para nuestros pueblos andinos en la actualidad, no existe una memoria negativa contra los Incas, es más hay sentimientos positivos de libertad y liberación, no existe una memoria antiétnica, además de existir la re - memorización de los levantamientos indígenas presente en la memoria colectiva. En cambio en la cultura difundida oficialmente y presente en los sectores dominantes, siempre los levantamientos han sido invisibilizados.

De allí que en la mayoría de las sociedades pos-coloniales (dependientes), nos han recreado de diferente manera "nuestra historia." La historia oficial (Estado, organismos culturales, escuela, religión, medio de desinformación, como agentes sociabilizadores del conocimiento) es una historia, como diría Eduardo Galeano, " que ha sido contada como si hubiera ocurrido solamente entre blanco ricos y machos; y al mismo tiempo, esta historia oficial es el resultado de una cultura hecha por blancos, ricos y machos que siguen siendo los dueños del país''

¿Y la resistencia de los pueblos?

¿Nos enorgullecemos? Muchos sostienen que la conquista Inca exterminó al nuestros pueblos, otros sostienen que los Incas no penetraron a fondo en nuestro territorio, y todos caen en decir y reducir aún más la presencia e influencia de los Incas. Tal vez hecho se sobredimensiona ya que le resulta evidente en cambio tapar la crueldad española en la época colonial. Nadie explica en nuestra región que los Incas utilizaron la ampliación inteligente del sistema de reciprocidad. 

Sólo la raza blanca posee fuerza y talento...

Y en Ecuador, ser indio, mestizo, mulato, mujer, pobre, india o negra es uno de los estigmas más poderosos. Vaya a saber usted. Sostiene Erving Goffman que "el estigma, lo imponen los sectores dominantes; nociones como de normalidad y de anormalidad, crean una serie de sujetos estigmatizados. Una persona con un estigma no es del todo humana. Estos pueden tener atributos físicos, características morales, una religión, que los hace diferentes, pero además inferiores a los demás."

Se cuenta que antes ser campesino e indio era lo mismo, es más, el que tiene un apellido raro, incongruente con el de un "ciudadano". Aquí en Eciuador no es necesario vestir como indio o campesino o hablar quichua para ser estigmatizado, basta tener apellido de indio y rasgos de indio para ser estigmatizado. Lo curioso es que en la sociedad mestiza ellos tampoco están seguros de ser mestizos sino algo tan cercano les recuerda lo cerca que están del mundo indígena. Por eso que diferenciar apellidos buenos y malos es producto de la herencia colonial.

"El recuerdo de la ilegitimidad, de la impureza de la madre, van de la mano con el odio al indio, y ese desprecio al indio es un desprecio a si mismo, una negación de ser mestizo." (Carlos de la Torre).

Cholo, caso curioso, no alude a ninguna etnia nacional específica, la explicaci6n oficial o el Estado no toma en cuenta la descripción estatal (censos). En tanto cholo, antes se ubicaba entre medios blancos y mestizos, tomado como un ser no tan tímido, indio pequeño que aunque tiene poca cultura fue criado entre blancos y habla castellano. Actualmente es un peyorativo que se da a las sirvientas domésticas con el consabido pensamiento masculino de la denominada china.

El trauma de la conquista y la sobrevaloración de lo blanco europeo sobre lo indio y negro se lo vive como un sentimiento de vergüenza, sobre todo en los mestizos. De ahí que se aceptan los códigos raciales y racistas occidentales de la supremacía blanca, se sobrevalora lo europeizado como mejor civilizado; se descarta, odia, ridiculiza todo lo que recuerda a lo no blanco, esto es a lo primitivo negro e indio. Por tanto hoy existe una vergüenza colectiva de ser asociado con lo indígena.

Los de ojos azules, blancos y altos

En el caso de la comunidad mestiza y de la que somos parte todos, los conceptos estereotipados inherentes a nivel ideológico representan una forma ejemplar de simbolizaciones tergiversadas y falaces acerca de las características culturales de nuestra propia colectividad, por contrarrestar una marca étnica estigmatizada con la población campesina en unos casos y en otros de lo indígena quichua y andina de la que se supone nos desprendemos y así justificar una primacía social y política. Rechazo de nuestro ser y autoconciencia cultural.

Por tanto los mestizos, en un constante delirio y hasta la actualidad, se obsesionan por buscar pasados descendientes españoles. Un tema que ha sido destacado por muchos autores es la ambigüedad de lo mestizo, frente a su raíz indígena "es evidente por un lado la nostalgia por su abuelo de ojos azules, alto, blanco, barbado y buena familia, y por otro, el olvido deliberado por la abuelita india, chiquita, morenita, con anaco u apellido de longa" quizá este sigue siendo el drama nacional, un intento por parecer blanco y no ser choleado por las élites y un sustrato cultural indígena que genera profunda vergüenza. 

Cuantas veces existe ese prejuicio de sentirse no ecuatorianos en lo imaginario colectivo, como si todos procediéramos de inmigrantes; todos somos descendientes de colombianos, españoles, por tanto lo indígena ha sido reducido a "otro", así se establecen las fronteras de nuestro propio extrañamiento.

Y la inmigración acentuó conflictividad socio cultural, enfrentamiento entre ciudadanos migrantes, "ciudadanos contra campesinos". Cuantas veces hemos sido testigos, tanto de los dados de alta, como de sectores medios que percibieron la inmigración de gentes del medio rural como un avance del denominado cholerío. Es común oír: longos alzados, igualados, estancieros, cortados el guango, indio verde, longo sucio, guangudos, roscas, pueblerinos, incluso sobre hombres nacidos en ciudades pero sus padres de origen rural.

Los "ilustrados", pero sobre todos los mestizos, burlan al oírle hablar al "otro", remedan... lo tratan de vos...! lo conoces al de chimba!.. ¡Ahí va tu familiar, tu pariente!... todos piensan que una indígena es una empleada doméstica y todas se llaman marías como objetos de trabajo... En la primaria, los docentes, a un niño "lo marcan" al decirle: ¡indio guangudo! te voy hacer cortar el pelo para que parezca verdadero hombre, te civilices... Y cuidado se pegue el mal olor y la pestilencia de los indios...

Pensado y visto el indio, y el campesino como: cholo, longo, perezoso, vago, borracho, irresponsable, ignorante, incapaz, vicioso, tímido y traidor. Los "otros" se presentaban como civilizados y civilizadores, portadores del progreso técnico cultural. Todos en una constante guerra interior, un blanco mestizo quiere ser blanco puro, y un blanco quiere ser gringo. La ideología dominadora implanta en este orden la violencia trasladándose de blancos a mestizos, de mestizos a negros y a indios y estos por último la retienen la violencia... (Franz Fanon)

El indio arqueológico...

Lo más irónico resulta ser que la reivindicación de lo indígena se da por parte de algunas instituciones y grupos culturales, izquierdistas y progresistas, iluminados quienes redujeron todo al "enaltecimiento del indio arqueológico que se expresa en el elogio a la cultura tradicional indígena y la lamentación creciente de la desaparición de las costumbres y fiestas tradicionales, pero a la par, se desvaloriza al indio real y al campesino. Si bien hoy en día los indígenas campesinos insisten en ser civilizados y rechazan la estigmatización de animales exigiendo respeto, los mestizos al mismo tiempo los acusan de falta de respeto y rebeldía.

Si bien se les acusa de prepotencia a los indígenas y campesinos, al mismo tiempo se lamentan del ocaso de la cultura indígena. No les queda otra posibilidad que admitir, al menos, que la generación joven de comuneros indígenas y campesinos ha dejado de corresponder a la vieja imagen del sumiso, sucio, atrasado y analfabeto. En el fondo parecen desear estos ilustrados e iluminados el restablecimiento de una situación pasada, la sumisión natural, y en vista de que ya no es aceptada una discusión racista, se afianza ese patrioterismo que supone la incorporación a la identidad del pasado prehistórico. 

Agustín Cueva decía que "Todos quienes ven amenazados su status social tienden a ser los más llenos de prejuicios. El racista fanático tiende a venir de la baja clase media (económicamente), es el hombre común que vive de las migajas de la cultura burguesa... Se pone a las órdenes y busca por todos los medios hacerse homenajear"... "No concientiza su odio al amo, pues proyecta este odio hacia a alguien a quien ve más bajo que él. En cada acto de odio al indio se odia a si mismo aún sabiendo que la meta de la blancura es un ideal inalcanzable."

Tanta crueldad por parte de los mestizos también demuestra mucho miedo y odio a si mismo, la constante diferencia de sentirse diferente y supuesta superioridad sobre estos. Una Forma de auto-odio. EI mestizo reniega de su parte indígena y tiene que constantemente demostrar su superioridad, pero también hay un miedo al ascenso social de los indígenas y los propios mestizos, piensan sobre todo los "predestinados e iluminados de la cultura" que si estos progresan como grupo social, ellos pierden y por lo tanto se tiene que impedir el acceso a la igualdad y a la plena ciudadanización de los indios.

¡No soy indio!

Cuantas veces en textos y publicaciones locales intencionadamente o en la ignorancia completa se manifiesta: "El Señor (todopoderoso) el Don (De Origen Noble) el Patrón y la Matrona, o el caballero"' Lejos de ser indio y distante a la plebe mestiza, tienden asumir una connotación valorativa mayor cuando se adopta blanco o mestizo, que es la afirmación de decir: ¡no somos indios! El mestizo al avergonzarse, sufre, padece, lo que se le vuelve obsesión y busca borrar su pasado y todo a base de la imitación del "otro": el blanco. Es más, acudirá a disimulaciones de las más variadas y se encontrará en ridículas situaciones, hechos de múltiples máscaras tanto económica como socialmente (comportamientos); expresando un sentimiento de inseguridad y competitividad.

A ver que quieres hijito...

El blanco y el mestizo (adulto) se dirigen al campesino como a un chiquillo y se lo tratan de vos' y al decir hijo, se crea una infantilización, al tiempo que no es un señor. Se dice "profesional es cualquiera, graduarse de señor es cosa seria"' Se Piensa como a un niño, un ser asexual, transformado en hombre - niño, un tipo que jamás alcanzará una etapa de madurez, y tampoco pleno derechos ciudadanos. Igualados los blancos, carecen de atributos de la inteligencia humana, estereotipo cotidiano-imagen de niño, son adultos pero niños, seres inacabados. Estereotipo según, Stuart Hall, consisten: "presentar una prueba de la vida cotidiana que, al confirmar la generalización, la naturalice'" No le dicen la señorita, sino la muchacha, nana, la criada, la maría...

Los mestizos en su manera de comportarse ante las clases alta aceptan sus códigos culturales con símbolos de status social que los diferencia de los indios y campesinos que no tiene buenas costumbres. Es así como la arbitrariedad y la violencia simbólica de aceptar la cultura y las costumbres de las clases altas aparece como un proceso normal y natural que reproduce la dominación de manera legítima, los sectores subalternos, intentan personificar buenas costumbres y modales de represores. (Pierre Bordieu)

La negación del indio - campesino contemporáneo en tanto situación, opresión, miseria lleva a pensar en la inferioridad raza indio - campesino. De manera que los mestizos asimilan la occidentalización como mejoramiento cultural y racial y sigue presentándose como la oportunidad para occidentalizarse -hacia el cambio de piel- de ahí que decir los indios son prehistoria. En fin, esta simple lectura es solamente una parte de los que llevaría desarrollar este tema, ya siempre habrá mucho mas que siempre habrá mucho más que decir y con otros enfoques... 

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